El Caparazón de Casiopea

Poema X Se marchitaron las flores se exprimieron los recursos se desperdiciaron dones casi perdimos el rumbo, perturbáronse estaciones porque fe fue dando tumbos nos sacaron los colores con pronosticables trucos,     desobedecimos tope más incuestionable y justo todo por esos informes que auguran control del flujo; y no hay quien restaure el orden o deshaga este tumulto porque lógica se esconde cuando hablamos de este mundo

Poema IX Hay una puerta de seda y una llave de jazmín bajo umbral de enredaderas y madera de satín, que conduce a las afueras más o menos al redil de organización secreta que aún no te puedo decir. Los hay quienes alardean de provocar un desliz en expertos centinelas con única directriz, la de proteger la puerta de quienes tengan por fin derruir lo que hay tras ella o hacerse con su botín Pero esta puerta de seda con su llave de jazmín bajo umbral de enredaderas y madera de satín, hace gala de defensa para la que nunca hay lid con útil estratagema que aún no te puedo decir.

Poema VIII Asumiendo ya el dilema más común de ser persona, concebir como condena u oportunidad fructuosa; tiempo empleado aquí en la Tierra de las más variadas formas, por su duración longeva o extremadamente corta; siendo inútil resistencia que revoque ya esta norma, dejándola en evidencia o a la más lóbrega sombra; la derrota en esta guerra asumimos las personas, por no hallar una respuesta sobre el tiempo aclaratoria.